El Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses, ubicado en el Nordeste de Brasil, es una de las maravillas más fascinantes y deslumbrantes de este hermoso país de Sudamérica. Se trata de un ecosistema costero de características únicas, semejante a un desierto y compuesto por impresionantes dunas y lagunas de agua dulce, en un escenario absolutamente fantástico.

Lençóis Maranhenses en español quiere decir algo como ‘Sábanas Marañenses’, y se refiere a su ubicación, ya que se sitúa en el estado de Maranhão, distante unos 260 km de la capital San Luis. Con dunas de hasta 40 metros de altura, mezcla diferentes biomas, como el cerrado (la sabana brasileña), la caatinga (de vegetación escasa y solo encontrada en Brasil) y la selva amazónica. De esa combinación surge este bioma único en el mundo.

Para llegar al parque, es necesario cruzar en balsa el Río Preguiça (Río Perezoso), en la altura de la ciudad de Barreirinhas. Autos 4×4 llevan a los turistas por una senda de tierra y riachuelos, tras lo cual aquellos deben seguir a pie, subiendo por una duna en cuya cima se puede visualizar un deslumbrante panorama. Un sinfín de dunas y preciosas lagunas a perder de vista encantan todo aquel que llega a este lugar.

Uno de los sitios más interesantes del parque es la Laguna Azul, que es muy frecuentada de diciembre a abril, cuando sus aguas claras y refrescantes invitan al turista a bañarse, además de sacar fotos de este lindo curso de agua. Un poco más complicado es llegar a la Laguna Bonita, que requiere esfuerzo del visitante, para subir una duna de 40 metros, tanto es así que cuerdas de auxilio están a disposición para lograr el ascenso y presenciar una puesta de sol inolvidable. Otras lindas lagunas se forman también de abril a junio.

Muchos son los paseos por los que puede optar el turista dentro y fuera del parque. Las playas de Ponta do Mangue, Moitas, Vassouras, Morro do Boi y Barra do Tatu, todas en Barreirinhas, son accesibles a través de barco y valen mucho la pena, así como una ida a Mandacarú, una villa de pescadores que contiene un farol de 54 metros de altura, desde el cual se avista toda la belleza de la región, y Caburé, donde se puede tomar deliciosos baños de mar y de río y disfrutar de la exquisita culinaria local.

Aunque se asemeja a un desierto, el parque en realidad tiene lluvias durante buena parte del año, con una temperatura muy agradable, de unos 26ºC, en promedio. Ubicado en la Microrregión de los Lençóis Maranhenses, esta área de preservación natural es accesible desde San Luis por tierra, a través de la carretera Translitoránea (son 3 horas de trayecto), por avión (50 minutos apreciando la hermosa vista) o por vía fluvial. Rincón no tan conocido de Brasil, este es sin duda un destino de ensueño y muy recomendable para quienes quieran disfrutar de un viaje inolvidable.

Fotos: Lençóis Maranhenses, por Claire Taylor, Iain and Sarah y Jairo BD (todas en Flickr)


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