Arica, en el extremo norte de Chile y casi en la frontera con Perú, es conocida como la «Ciudad de la Eterna Primavera», gracias a su clima agradable durante casi todo el año. Sus bonitas playas a orillas del Océano Pacífico, el olor a pescado y mariscos en el muelle y la magnífica vista desde el morro que lleva el nombre del municipio hacen de este sitio un lugar apacible y pintoresco.

Con más de 20 km de costa, Arica ofrece a los turistas las playas del Alacrán, Las Machas, Chinchorro, Brava, El Laucho, Corazones, La Capilla, Arenillas Negras, La Lisera y La Liserilla. De estas, la Brava no es apta para el baño, por su excesivo oleaje, y Las Machas tampoco es recomendable, por las fuertes corrientes. Esta última debe su nombre al molusco conocido como macha o concha navaja, y que antes era encontrado por toda la arena, aunque hoy es rara su aparición debido a la escasez de ejemplares provocada por su explotación sin control.

A su vez, la playa Chinchorro, en el norte, es perfecta para la práctica de deportes como la natación, el trekking, el surf, el windsurf, el esquí acuático y el buceo. También es buena para los deportes acuáticos la playa Corazones, en el sur, pero su terreno rocoso exige bastante cuidado del turista. Lindos atardeceres y vestigios de la cultura chinchorro, incluso con arte rupestre en sus cuevas, dotan a este lugar de un interés inusual para el visitante.

De todas las playas, la más popular sin duda es La Lisera, cuyas aguas tranquilas invitan al bañista a disfrutarlas. Arenas de color blanco y palmeras cocoteras dan el marco ideal para la diversión y el descanso. Finalmente, está también La Liserilla, que se encuentra entre acantilados, razón por la cual el acceso debe ser hecho a pie. Se trata de un lugar que tiene un paisaje natural y casi inexplorado, por lo que es muy adecuado para acampar entre amigos o con la familia.

También se destaca en Arica la Península del Alacrán, que originalmente era una isla y que está conectada a tierra por un camino artificial. Otra maravilla, aunque en este caso natural, es el Morro de Arica, desde donde se puede apreciar una bellísima vista del mar, de la ciudad y de sus alrededores. Un museo, tres fuertes y diferentes monumentos se encuentran en el principal sitio turístico ariqueño.

Aparte de las playas y los puntos de interés de la ciudad norteña, el turista no debe dejar de conocer el mercado y el muelle, donde es posible encontrar pescado y mariscos frescos, para elegirlos casi al mismo momento de haber sido recolectados en el mar. Asimismo, los apasionados por el juego pueden ir al casino de Arica, el segundo centro de entretención más antiguo del país y dotado de una gran infraestructura para los apostadores.

Foto: Península del Alacrán, por masterin77 (Flickr)


Leave a Reply

Your email address will not be published.