A 130 km de la capital Bogotá, se ubica Tunja, en Colombia, que posee una oferta turística basada en su riquísima historia, puesto que está asentada donde se situaba la ciudad muisca de Hunza, en la época precolombina, además de poseer un lindo patrimonio arquitectónico, especialmente en su región central.

La capital del departamento de Boyacá tiene en su centro histórico algunos de sus principales sitios turísticos, empezando por la Catedral Basílica Metropolitana Santiago de Tunja, una de las construcciones coloniales más impresionantes de la ciudad, inaugurada en 1574. También el Santuario de la Virgen del Milagro y la Iglesia de Santo Domingo, esta última llamada ‘Capilla Sixtina de América’, por su hermoso arte barroco, se destacan en esta zona.

Aún en el centro histórico, sobran los atractivos que deben ser conocidos por el turista. Así, es posible nombrar los siguientes lugares: el Bosque de la República, un parque histórico que alberga el Paredón de los Mártires, donde fueron fusilados algunos personajes boyacenses a principios del siglo XVIII; la Pila del Mono (o Mono de la Pila), que durante tres siglos proveyó de agua a los habitantes; y los Cojines del Zaque, un monumento indígena erigido por el pueblo muisca para adorar al sol y que está integrado por dos grandes monolitos en forma de cojín.

El itinerario prosigue por la Casa del Fundador Gonzalo Suárez Rendón, donde actualmente funciona la Secretaría de Cultura y Turismo de la ciudad, y que es considerada una verdadera joya arquitectónica, con un diseño típico del siglo XVI. A su vez, la Casa del Escribano es una mansión de estilo mudéjar con un jardín andaluz y que hoy alberga el Museo Colonial, mientras el Palacio de la Torre, también conocido como Casa del Capitán Gómez de Cifuentes, es igualmente un importante referente arquitectónico, del tipo colonial español neoclásico.

En cuanto a los monumentos, la oferta también incluye la Columna a los Mártires, que también es conocida como el Obelisco de las Jornadas Independentistas y está esculpida en mármol, con un cóndor de bronce con sus alas abiertas. Por su parte, los monumentos Los Tiestos y Glorieta Norte están dedicados a la cerámica de barro y a la etnia muisca, respectivamente, mientras Los Hongos es una fuente bordeada por esculturas de hongos.

Si se trata de misterio, ningún lugar es tan emblemático como el Pozo de Hunzahúa, antiguamente denominado Pozo de Donato y actualmente convertido en parque y museo arqueológico de la cultura muisca. Senderos de piedra bordean la laguna allí ubicada, además de las columnas del templo solar de Goranchacha. Monolitos de la época precolombina resguardan el lugar, cercado por diversas leyendas y del cual se dice que conserva los tesoros jamás encontrados del cacique Quemuenchatocha.

Entre otros lugares para visitar, están la Plaza Real de Tunja, obra cumbre de la arquitectura republicana, de estilo neoclásico y forma piramidal, y la Loma de los Ahorcados o Alto de San Lázaro, donde Simón Bolívar inició una batalla en la lucha por la independencia. Asimismo, la Iglesia de Santa Bárbara, la Ermita de San Laureano, el Convento de Santa Clara la Real, el Claustro de San Agustín, la Estación Antigua del Tren y la Fuente Los Hongos son opciones más que interesantes para el turista.

Fotos: Tunja, por amanderson2 y Kleper (las dos últimas; todas en Flickr)


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