Nazca, en Perú, es conocida internacionalmente por sus famosos geoglifos, pero además guarda atractivos como las ruinas de Cahuachi, el Cementerio de Chauchilla y los Acueductos de Cantalloc, todos ellos llenos de magia, misterio y misticismo. Diariamente, turistas de varios lugares del planeta visitan la ciudad con el fin de conocer las maravillosas Líneas de Nazca, declaradas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Ubicada en un valle a 450 km al sur de Lima, Nazca es accesible desde ciudades como Ica (135 km), Paracas (205 km) y Arequipa (566 km). Dos líneas aéreas realizan vuelos desde la capital, mientras que por tierra la opción es tomar la Panamericana Sur, ya sea en auto o en bus, en una de las flotas que llevan a cabo el servicio, con varias salidas durante el día. El costo del pasaje terrestre varía de 5 a 20 dólares, con un tiempo estimado de 8 horas de viaje.

Debido a la gran afluencia de turistas, Nazca es considerada una ciudad cosmopolita, con un comercio activo y bastante movimiento en las calles. Sin embargo, no tiene más que 25.000 habitantes, lo que no le impide de tener hoteles con excelente servicio y comodidades, ya que el flujo de visitantes de diferentes partes del mundo es intenso. Al arribar al lugar, estos se encuentran con un tiempo seco y temperatura por lo general cálida, con un promedio de 23ºC durante el año, y picos de más de 30ºC en los meses estivales, siendo por eso conocida como la ‘Ciudad del Eterno Verano’.

El principal motivo de atraer a tantos turistas son sin duda las Líneas de Nazca, situadas en las Pampas de Jumana. Son cientos de figuras que pueden ser sencillas o también zoomorfas (con forma de animales, como insectos, picaflores, monos y arañas, por ejemplo), fitomorfas (con forma de vegetal) y geométricas, demostrando una mayor complejidad en el diseño. Estas pertenecen a la Cultura de Nazca, cuyos habitantes poblaron la región hace más de 10.000 años.

Las líneas, que se extienden por áreas de hasta 800 km², tienen una longitud que puede llegar a 275 m de largo, con anchura variable de 40 cm a 2,1 m. La gran precisión de las formas es un enigma que todavía hoy sorprende a arqueólogos e historiadores, y maravilla al turista que se anima a realizar vuelos panorámicos sobre la región, la mejor manera de contemplar los geoglifos, ya que estando en tierra no se los puede apreciar en su total magnitud.

A 28 km de la ciudad, se encuentra Cahuachi, un centro ceremonial de la cultura Nazca, cuyas murallas albergan una pirámide con 28 m de altura, en siete niveles; un templo escalonado, de 5 m de alto; diversos montículos y una necrópolis. El Museo Arqueológico Antonini, en Nazca, reúne la mayor cantidad de material hallado en la que es considerada la mayor ciudad de adobe del mundo.

A su vez, el Cementerio de Chauchilla, a 30 km de Nazca, data de la época preincaica y permite ver restos de una antigua civilización (Nazca o Huari), además de momias muy bien conservadas en sus tumbas originales. Por otra parte, los 40 Acueductos de Cantalloc, 4 km al norte de la ciudad, fueron construidos con fines agrícolas y siguen funcionando hasta hoy.

Por si fuera poco, además de los atractivos arqueológicos e históricos de la ciudad de Nazca y sus alrededores, esta también ofrece una excelente alternativa a los amantes de los deportes de aventura. El Cerro Blanco, mayor duna del país, es el sitio hacia donde llegan practicantes del sandboarding y del parapente, en ambos casos con una espectacular vista que hace que la experiencia sea absolutamente fantástica, en este que es uno de los lugares más fascinantes de todo el territorio peruano.

Fotos: Líneas de Nazca, por Makis Siderakis; Acueductos de Cantalloc, por thaisa1980; Cementerio de Chauchilla, por F…X13; y Cerro Blanco, por Medhus (todas en Flickr)


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