El norte del estado de Santa Catarina, en la región sur de Brasil, es pródigo en ciudades hermosas y playas de primer nivel. Entre esos lugares espléndidos, hay uno que se destaca por atraer a miles y miles de turistas de varias nacionalidades, especialmente argentinos: Balneario Camboriú, uno de los destinos turísticos preferidos del verano en el Mercosur.

La presencia argentina es tan grande en la ciudad que el español ya es un idioma muy común en las calles. Muchos comerciantes y funcionarios de hoteles hablan castellano para poder comunicarse mejor con quienes llegan de países como la misma Argentina (donde el balneario tiene una fama notable), Paraguay y Uruguay, entre otros. En efecto, la población de poco más de 100 mil habitantes puede ultrapasar la impresionante marca del millón en la temporada alta, con suficiente infraestructura para lograrlo.

El Balneario Camboriú (que no debe ser confundido con su vecina Camboriú), tiene algunos puntos turísticos de interés para el visitante, como el Cristo Luz, desde donde se puede apreciar una maravillosa vista de la playa; un complejo compuesto por tiendas de souvenirs, restaurante, bar y una gruta en homenaje a Nuestra Señora Aparecida rodean el monumento, de 33 metros de altura, cinco menos que el Cristo Redentor, en Río de Janeiro.

Otro monumento que merece ser visitado queda en el acceso a la ciudad. Se trata de la Cascada de las Sirenas, que reproduce lo que dice su nombre, conformando un verdadero espectáculo con las aguas y luces a su alrededor. Para los que quieran pasear de barco, se puede ir hasta la Isla de las Cabras, ubicada a tan solo 600 metros de la Playa Central y que ofrece ese tipo de servicio.

Cerrando el menú de opciones, están el parque Uniplayas, compuesto por un shopping, un centro ambiental y un sinfín de atracciones, y que cuenta incluso con un teleférico que une dos playas; y la capilla de Santo Amaro, construida en 1810 con aceite de ballena y argamasa y en cuyo interior se encuentran piezas barrocas de valor histórico para el estado.

Pero sin duda los mayores atractivos de Balneario Camboriú son sus playas. Desde la Playa Central, propicia para el surf, hasta las más tranquilas, como la Playa del Estaleirinho, la ciudad ofrece opciones para todos los gustos. La Playa de Laranjeiras, por ejemplo, es muy buscada por practicantes de deportes náuticos, además de ser un sitio arqueológico.

A su vez, los amantes de la pesca de lanzamiento encuentran en las playas del Estaleiro, de Taquarinhas y de Tacuaras excelentes lugares para la práctica. Esta última tiene incluso una colonia de pescadores. Finalmente, los naturistas también pueden disfrutar a gusto del mar de esta ciudad, ya que la Playa del Pinho, de arena gruesa y aguas limpias, dispone de camping, bares y restaurantes, además de fiscalización rígida, ya que se trata de la primera playa naturista del país.

El acceso a todas esas maravillas del litoral norte catarinense se realiza por la carretera Interplayas, que en sí misma ya es considerada como uno de los grandes atractivos de la región, debido a la formidable vista que proporciona de la costa y de las inmediaciones.

Foto: Zion PhotoGráfico (Flickr)


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