Muy cerca de Iquique, en la Región de Tarapacá, en el norte de Chile, se encuentran las antiguas y abandonadas salitreras de Santa Laura y Humberstone, declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, por su valor histórico. La última tiene además un atractivo turístico inusual, gracias a sus relatos de fantasmas y gran aura de misterio.

Las oficinas salitreras Santiago Humberstone y Santa Laura son consideradas Monumentos Nacionales  y están a una distancia de 47 km de Iquique, y a 2 km la una de la otra. Actualmente son prácticamente dos pueblos fantasmas, pero en un pasado no tan lejano (fines del siglo XIX hasta mediados del siglo XX) reunieron a miles de trabajadores en la era de oro de la extracción de nitratos.

En Santa Laura es posible sentir más la desolación de un lugar abandonado y desgastado por el tiempo. La gran chimenea es visible desde gran distancia en este aislado paraje del Desierto de Atacama, mientras la maquinaria, casas, mercado, iglesia y escuela siguen como testigos de una época en que las calles del pueblo estaban llenas  de vida.

A su vez, Humberstone reserva muchas sorpresas al visitante. Podemos nombrar: el Teatro de Humberstone, construido con pino de Oregon; la piscina, hoy vacía pero que refleja las paradojas de aquel tiempo, con su trampolín y agua en medio del desierto; el mercado, que actualmente sirve como local para vender suvenirs; el hotel, con sus muebles contemporáneos; el cementerio, con sus cruces de madera; y por lo general las casas y construcciones del pueblo.

Pero Humberstone también se convierte en un destino atractivo para los turistas interesados en el misterio. En este remoto paraje, muchos han sido los registros de psicofonías y sucesos paranormales. Se destacan la escalofriante cámara frigorífica de la pulpería, conservada tal y como era hace siete décadas y en la cual hay relatos de aparición de espectros, el Teatro de Humberstone, donde se escuchan misteriosas voces, y el Hospital de Humbertone, que además de voces aparentemente está lleno de fantasmas.

Foto: Humberstone, por Robin Fernandes


Leave a Reply

Your email address will not be published.