Oranjestad, la ‘ciudad naranja’ es la bella capital de Aruba, uno de los más paradisiacos países de América, situado en medio al maravilloso Mar Caribe. Playas de azul infinito, pintorescas casitas de colores y aires coloniales que mezclan la influencia holandesa con el encanto incomparable de las Antillas conforman en precioso panorama de esta ciudad.

Localizada en la porción occidental de la isla, Oranjestad es una ciudad relativamente pequeña, con menos de 40 mil habitantes y cuya actividad principal es el turismo, ya que atrae a visitantes de todo el mundo, deseosos sobre todo de disfrutar de sus hermosas playas y, por supuesto, de los aires caribeños de este lugar colonizado por los holandeses.

Aunque la arquitectura colonial neerlandesa no es tan evidente en Aruba como en la isla vecina de Curazao, es posible visualizar lindas construcciones coloridas al estilo holandés. Estas le dan un aspecto pintoresco y muy acogedor a la ciudad. Asimismo, los restaurantes y cafés que se sitúan sobre todo cerca de los diversos hoteles de Oranjestad aseguran una linda experiencia durante la estadía en la capital arubeña.

Uno de los principales sitios para visitar en Oranjestad es el Fuerte Zoutman, la construcción más antigua de toda la isla (1796) y que hoy alberga un museo. Fue a partir de ese lugar que nació la ciudad, con casas que se fueron levantando alrededor de la fortaleza. También vale la pena conocer la Torre Guillermo III, ubica allí cerca, y la Casa de Cultura.

En el ámbito cultural, es posible además destacar el Museo Arqueológico, cuya colección reúne a una buena cantidad de utensilios y objetos de los más diversos tipos de la isla, aparte de vestigios indígenas e incluso esqueletos. También está el Museo de Numismática, donde es posible apreciar más de 30 mil ejemplares de billetes y monedas de ayer y hoy.

Si hablamos de construcciones, ninguna es tan majestuosa como la Catedral de Santa Ana, una auténtica joya de estilo neoclásico. A su vez, la estatua a Simón Bolívar es el monumento más conocido, mientras el Parque Wilhelmina, lleno de flores y palmeras, y el Parque Sea Star, que contiene veinte acuarios donde viven leones marinos y tiburones, son excelentes opciones de paseo, así como The Old Mill, un molino que opera como restaurante.

Los encantos naturales también abundan en la capital de Aruba: podemos mencionar las Cuevas Indias de Guadarikiri y Fontein y las Rocas de Arikok y Ayó; ambos sitios son famosos por sus inscripciones. O, cómo no, hablar de las playas de Oranjestad, de arenas muy blancas y suaves, y un mar de maravilloso tono azul turquesa. Sea en Palm Eagle, considerada una de las mejores playas del mundo, o en otros sitios de la costa de la ciudad, disfrutar del mar y del sol aquí es una experiencia imperdible.

Foto: playa de Oranjestad, por Phil Comeau (Flickr)


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