Porto Velho (Puerto Viejo) es una de las capitales de la Región Norte de Brasil y cuenta con una oferta en que el ecoturismo juega un papel central, ya que se sitúa en medio de la maravillosa selva amazónica y, por lo tanto, está rodeada de una exuberante vegetación y vida silvestre, pero además de bonitos e interesantes sitios históricos.

Entre los centros ecológicos naturales de la capital del estado de Rondonia y proximidades, se destacan el espléndido Río Madeira, principal afluente del Río Amazonas y cuyas puestas de sol son deslumbrantes, al dejar sus aguas con una coloración dorada; la Catarata de Santo Antônio, de hermosas corrientes acuáticas, y el Lago do Cuniã, una reserva de protección ambiental con una enorme variedad de ecosistemas.

A su vez, el Parque Circuito Dr. José Avelino da Silva y el Parque Natural de Porto Velho, este último lleno de sendas y saltos de agua, invitan a disfrutar de la naturaleza y de buenos momentos de esparcimiento. Quienes busquen una mayor integración con las comunidades locales, seguramente querrán visitar los pueblos indígenes que están distribuidos por todo el estado y que comercializan diversos productos.

También los atractivos históricos de Porto Velho atrapan al turista, que se maravilla con sitios como el Complejo de la Ferrovía Madeira-Mamoré, que consta de un museo y antiguas locomotoras, del edificio de la antigua administración de la ferrovía, de bella arquitectura, y de las Tres Cajas de Agua, conocidas como las Tres Marías y cuyos reservorios abastecieron a los técnicos e ingenieros de la monumental obra ferroviaria. Por otra parte, el histórico Cementerio de la Candelaria alberga los restos de los miles de obreros que murieron a consecuencia de la malaria, común a principios del siglo XX.

El el ámbito religioso, los lugares más interesantes son la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, de estilo neoclásico y que muestra cuadros sacros en su interior, además de vitrales de colores, y la Parroquia San Thiago Mayor, que contiene el segundo pesebre monumental del mundo, además del Museo Internacional de Pesebres, el cual reúne a piezas de artistas de los más diversos países.

Como la gastronomía amazónica es muy famosa en Brasil, no se puede dejar de mencionar el Mercado Central, lugar de encuentro para disfrutar de los pescados, frutas y quesos de la región. Asimismo, diferentes restaurantes sirven platos con base en carne de res, de aves y de los deliciosos pescados de los ríos cercanos. El vatapá, el tacacá y la gallina caipira son otras exquisiteces muy típicas, mientras la sed puede ser aplacada con una refrescante agua de coco.

Fotos: Río Madeira y Museo de la Ferrovía Madeira-Mamoré, por Guilherme Jófili (ambas en Flickr)


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