Nicaragua es conocida como una tierra de lagos y volcanes. De todos los cursos de agua que se encuentran dentro de su territorio, el más grande y majestuoso es el Lago Cocibolca, también llamado de Gran Lago de Nicaragua. Más de 400 isletas, 3 islas y 2 volcanes componen un escenario maravilloso en este que es uno de los principales puntos turísticos de todo el país.

Con 8.624 km² de extensión, el Cocibolca es uno de los 10 mayores del mundo y está entre los tres más grandes de América, junto al Lago de Maracaibo, en Venezuela, y al Lago Titicaca, este último compartido entre Bolivia y Perú.  Una de sus características más interesantes es que, como ningún otro en el planeta, alberga especies como el tiburón y el pez sierra, que normalmente son encontrados en el mar, pero que llegan aquí a través del Río San Juan, que lo conecta al Mar Caribe.

Rico en fauna y con bonita vegetación en sus alrededores, el mayor lago de Centroamérica en realidad no es demasiado profundo, con tan solo 13 metros en promedio. Sus cuatro puertos principales son Granada (una de las más importantes ciudades del país) y San Jorge, al noroeste, y San Miguelito y San Carlos, al sureste. Al lado de los tiburones de agua dulce, únicos en el mundo, las olas y los archipiélagos hacen que el lago sea muy parecido al océano, por lo que recibió el apodo de Mar Dulce.

El gran atractivo del lago son los preciosos pedazos de tierra que contiene en sus aguas, entre los cuales se puede destacar la Isla de Ometepe. En la mayor isla lacustre del mundo, localizada próxima a San Jorge, existen dos volcanes, el Concepción (aún activo) y el Maderas. Se puede subir a la cumbre de ambos; en el primero, cuyo ascenso es más difícil, la cima permite una vista espectacular, y en el segundo una densa selva alberga animales como el jaguar y el mono, mientras el cráter posee una linda y enigmática laguna fría.

Todavía en Ometepe, lindas playas esperan al turista, que si no tiene ánimo de ascender volcanes ni de acampar en su oscura selva, puede disfrutar de pasear a caballo o en bicicleta, además de practicar la pesca, el surf, el kayak o simplemente la natación. Mucho sol y una buena infraestructura aseguran la diversión. En la ciudad de Altragracia, en la porción oriental de la isla, se encuentran algunas de las mejores opciones en cuanto a alimentación y hospedaje.

A su vez, la Isla Zapatera, ubicada al norte, más cercana a Granada, es menos habitada y, al igual que Ometepe, ha sido un antiguo santuario indígena, en la época precolombina. Aún poco explorada pero con paisajes maravillosos, esta isla es recomendada para quienes buscan tranquilidad y no se importan con la infraestructura escasa del lugar. Allí cerca están las Isletas de Granada, donde 365 islas pueden ser visitadas a través de diferentes tours, con un sinfín de vistas fantásticas.

En la porción sur del lago, se encuentra el Archipiélago de Solentiname, accesible desde San Carlos. Son 36 islas de origen volcánico (al igual que todas las otras), muchas de ellas totalmente cubiertas por la exuberante vegetación local. Montañas boscosas y una gran variedad de aves son algunos de los encantos de este paraíso natural, en el cual una comunidad de pintores primitivistas maravilla al turista con su pintoresco arte.

Fotos: Ometepe, por Eric Molina y Chiara; y Volcán Concepción, por Mat Honan (todas en Flickr)


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