Segundo municipio más antiguo de Brasil, Itanhaém es una ciudad costera de São Paulo, ubicada a 111 km de la capital del estado. Conocida como la ‘Novia del Sol’, dispone de playas, sitios históricos, iglesias de estilo colonial, sendas en medio de una exuberante vegetación y una buena oferta turística en el mar y en los ríos que la atraviesan, asegurando lindos paseos.

Con veranos cálidos e inviernos suaves, Itanhaém es una buena opción en el litoral paulista durante prácticamente todo el año. Son conocidas las bellezas naturales de los 26 km de costa de la ciudad, en la que existen 14 playas. Dos de las más famosas son la Playa del Suarão, ubicada en el barrio homónimo, uno de los más antiguos de la ciudad, y la Playa del Gaviota (así, con el artículo masculino), donde hay una pequeña isla en la que se aprecian aves marinas.

A su vez, la Playa de los Pescadores es célebre por una novela grabada allí en los años 70, por ser muy propicia para la práctica del surf y por una elevación conocida como Púlpito de Anchieta. La Playa de la Saudade, que está caracterizada por su aspecto desértico, su tranquilidad y por la bellísima vista alcanzada desde  el Cerro Sapucaitava, y la Playa de las Conchas, donde llegan tortugas marinas y donde se encuentra la Gruta Nuestra Señora de Lourdes, son otros lugares muy recomendables en la costa.

En la ciudad, lindas plazas constituyen bonitos paseos, como la Plaza del Pescado, que cuenta con 30 boxes, y las Plazas Carlos Botelho y Narciso de Andrade, que forman el Centro Histórico y albergan casonas antiguas. En la última también está la Iglesia Matriz de Sant’Ana, cuyos altares de arte sacra impresionan por su belleza. Otros sitios religiosos importantes son el Convento Nuestra Señora de la Concepción, en estilo colonial del siglo XVI, la Iglesia Nuestra Señora del Sion, en estilo romano, y la mencionada Gruta de Lourdes, construida en los años 60 para pagar una promesa.

También dentro del turismo histórico se debe nombrar la Casa de Cámara (antigua cárcel) y la Cama de Anchieta (una linda formación rocosa donde solía descansar el padre José de Anchieta). Por otra parte, los que prefieran apreciar la belleza de la Mata Atlántica tienen como opciones las sendas del Cerro Sapucaitava y del Cerro Piraguyra, que ofrecen como recompensa sus respectivos miradores, todo esto en medio de una hermosa vegetación y fauna. La ciudad es también llamada de Amazonia Paulista, gracias al encuentro de aguas oscuras del Río Preto y de aguas claras del Río Blanco, que no se mezclan al formar el Río Itanhaém. El turista puede pasear en barco por estos ríos y además apreciar la gastronomía local en los alrededores.

Finalmente, hay que mencionar las islas de Itanhaém, tantos las fluviales como las oceánicas. En el primer caso, están la Isla de Volta Deixada y la Isla del Barrio del Río Arriba. En el mar, se encuentran la Isla Quemada Pequeña, de formaciones rocosas y cuyo trayecto de acceso es animado por delfines y peces voladores; la Isla Quemada Grande, ideal para buceadores por los naufragios del Río Negro y del Tocantins; y la Isla de las Cabras, linda para tomas fotográficas, con el fin de registrar la belleza de esta región.

Fotos: playas de Itanhaém, por Alcaldía Municipal de Itanhaém y Ana Paula Prada; y Cama de Anchieta, por Alcaldía Municipal de Itanhaém (todas en Flickr)


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