Hoy, 7 de septiembre, Brasil celebra 190 años de su independencia. En homenaje a este verdadero coloso de Sudamérica, haremos un recorrido por las cinco regiones del país latinoamericano, presentando algunos de sus más lindos y encantadores sitios turísticos.

Nuestro recorrido por Brasil tiene inicio en la Región Norte, la más selvática de todas las que componen el país. Allí, dos estados se destacan de forma muy especial: Amazonas y Pará. El primero tiene a Manaos (Manaus, en portugués) como capital, conocida como la París de los Trópicos y considerada uno de los mejores destinos verdes del mundo. Aventura, estadía en la selva, bella arquitectura y un espectáculo único como el encuentro de las aguas de los ríos Negro y Solimões son solo algunos de los atractivos.

Llegando a Pará, lo que puede ser hecho en barco, a través del imponente Río Amazonas, los lugares más interesantes son la capital Belém, una de las más pintorescas del país, el distrito de Alter do Chão, un paraíso que alberga algunas de las mejores playas de agua dulce en el mundo, y la linda Isla de Marajó, localizada en el delta del Amazonas y catalogada como la mayor isla fluivomarítima del planeta.

A su vez, el Nordeste de Brasil es tan rico en lugares para visitar que es imposible hablar de todos. Se puede mencionar capitales importantes como Recife (y su vecina Olinda), Fortaleza y Natal, todas ellas con mucha cultura y playas increíbles. San Luis, la capital del reggae, conserva un estilo colonial que atrae a muchos turistas, y Salvador, en Bahía, es un destino imperdible por sus tradiciones, su centro histórico, su misticismo y su magia sin igual.

Más allá de las capitales, el Nordeste también tiene maravillas como Fernando de Noronha, un archipiélago sencillamente fantástico, en el que la naturaleza ha sido realmente pródiga, creando un santuario de la flora y la fauna, y un paraíso para los amantes del buceo. También Jericoacoara y los Lençóis Maranhenses, la primera una playa de belleza incomensurable, y el segundo una suerte de desierto de dunas, son opciones maravillosas en esta región.

En el Centro-Oeste, se erige la capital brasileña, Brasilia, una de las más modernas del mundo. Por otra parte, el Pantanal, que alberga garzas, capibaras y yacarés, es el destino preferido de los turistas, que pueden ingresar por Corumbá o por la espectacular Bonito, cuyo nombre no le fue atribuido en vano. Asimismo, visitar ciudades históricas como Goiás y parques como el de la Chapada dos Guimarães y la Chapada dos Veadeiros es absolutamente recomendable.

En el Sureste, la región más rica, industrializada y poblada de Brasil, es imposible no mencionar a las grandes São Paulo y Río de Janeiro. Aquella, con su interminable menú de opciones gastronómicas, culturales y de entretenimiento; este último, con el Cristo Redentor, el Pan de Azúcar y playas como Ipanema y Copacabana como principales atractivos. Pero también Belo Horizonte y Vitoria son capitales que sorprenden por la gran cantidad de sitios por conocer.

La costa del Sureste también reserva grandes destinos, como Ubatuba e Ilhabela, en São Paulo; Angra dos Reis, Cabo Frío, Paratí y Buzios, en Río de Janeiro; y Guaraparí, Vila Velha y São Mateus, en el Espíritu Santo. En Minas Gerais, todavía es posible internarse en un increíble itinerario histórico, en ciudades como Ouro Preto y São João del Rei, de arquitectura colonial bien conservada, o elegir el misticismo de São Tomé das Letras. El Circuito de Aguas y el sistema de cuevas del sur paulista también pintan como excelentes alternativas.

Finalmente, está el Sur del país, con tres grandes capitales: Curitiba, Florianópolis y Puerto Alegre. Esta última es capital del Río Grande del Sur, el estado brasileño más meridional, cuya oferta turística incluye pintorescas ciudades enclavadas en las montañas. En el Paraná, se destacan las cataratas de Foz do Iguaçu, las bellezas de la Isla del Miel y el camino que lleva hacia el mar, sea por tren o carretera, pasando por uno de los trechos más hermosos de este pedazo de Brasil.

En Santa Catarina, el encanto queda asegurado con ciudades como Blumenau y Joinville, además de otras bastante más pequeñas, todas con un estilo arquitectónico muy peculiar, característico del campo alemán. Asimismo, algunas de las playas más bonitas del país están en la costa catarinense, especialmente en los balnearios de Camboriú, Bombinhas y Piçarras.

Mucho más se podría hablar de Brasil, pero es imposible mencionar todos los atractivos de este increíble país. Del Norte al Sur, esta nación presenta destinos para todos los gustos, con selva, playas, montañas, santuarios ecológicos, grandes metrópolis y ciudades coloniales que quedan aun más interesantes por la magia de estas tierras y la calidez de su gente.

Fotos: Salvador, por Julia Rubinic; Jericoacoara, por Alberto Perdomo; y Fernando de Noronha, por Henrique Pinto (todas en Flickr)


Leave a Reply

Your email address will not be published.