Enclavada en la región de los Yungas, a 100 km de la ciudad de La Paz, Coroico es un destino imperdible para quien visita la porción occidental de Bolivia. A diferencia de la fría e intensa capital paceña, esta pequeña población goza de un clima cálido, naturaleza abundante y diversos resorts y ecolodges donde el turista puede relajarse y además salir en búsqueda de explorar los diversos encantos de la zona.

Los Yungas se caracterizan por sus nieblas constantes, su elevada humedad y lluvias frecuentes y abundantes que caen sobre un sinfín de ríos, cascadas y diversas especies de plantas, árboles y animales que existen en la región. Se trata de una de las ecorregiones más ricas de Bolivia. Para llegar a Coroico, es necesario tomar la carretera nueva que sale de La Paz; hacia otra dirección, se encuentra la vía antigua, que solo debe ser utilizada por quienes están detrás de aventura extrema, ya que la misma es bastante angosta y no en vano ha sido apodada de «carretera de la muerte», siendo muy buscada por practicantes de mountain bike.

Con una fauna tan rica, es natural que existan lugares como la Senda Verde, un refugio para animales en peligro, como monos, parabas, loros, patos y tortugas, entre otros. Tres cabañas para huéspedes y área de camping están disponibles para los visitantes, que también pueden optar por las varias alternativas de hospedaje que se encuentran en Coroico. Dos de las más recomendables son el Hotel Esmeralda y el Río Selva Resort, ambos con instalaciones de primer nivel.

Toda la región es conocida por la gran presencia de afrobolivianos, lo que convierte la cultura de esta zona en una de las más interesantes del país, especialmente por su música y su danza. En la población cercana de Tocaña, es posible admirar estas manifestaciones artísticas y bailar al ritmo de la saya, que contagia a cualquiera. Asimismo, el clima cálido del lugar favorece la plantación de coca, café, banana, frutas cítricas y caña de azúcar, entre otras variedades, por lo que los cultivos pueden también ser apreciados en medio al panorama hermoso de esta localidad.

Entre los principales atractivos de Coroico está el camino inca del Choro. Se trata de un conjunto de fascinantes senderos utilizados en siglos pasados por los incas y que hoy reúnen muchas ruinas precolombinas. Además de la gran riqueza arqueológica, el camino se destaca por los bellísimos paisajes que se contemplan en el trayecto: la vista en muchos sectores es deslumbrante, lo que asegura lindas fotos y una experiencia inusual. Otro camino de gran interés es el Kory Huayku, que aparte de la vida silvestre y del hermoso horizonte también permite conocer una antigua mina de oro.

En cuanto a los atractivos naturales, la ciudad es pródiga, presentando como opciones las Cascadas de Puente Armas, hacia donde se llega luego de una caminata, para luego explorar un lugar lleno de fauna, vegetación y, por supuesto, con las imponentes caídas de agua que lo constituyen. Otro sitio imperdible es Supay Punku, la Puerta del Diablo, un estrecho cañón que posee una abertura por donde corren las aguas transparentes del Río Suapí. Incontables ríos y cascatas bordean también la ciudad de Coroico, prestándose al pleno disfrute de la naturaleza.

En el área urbana, el destaque queda por cuenta de la Fuente del Chawi y la Catedral de San Pedro y San Pablo. Quienes estén interesados en registrar en fotos o simplemente tener una vista espectacular de la población y sus alrededores deben visitar uno de los tres miradores existentes en el pueblo: San José, Sagárnaga y Pacheco. Ya al pie del cerro Uchumachi, a tan solo 1 km del centro, se encuentra el Calvario, en el cual se sitúa una importante capilla y desde donde se puede apreciar un panorama simplemente fantástico e inolvidable.

Fotos: atardecer en Coroico, por Danielle Pereira; loro en la Senda Verde, por fabulousfabs; camino antiguo de La Paz a Coroico, por Jenny Mealing; calles adoquinadas de Coroico, por Phil Whitehouse (todas en Flickr)


Leave a Reply

Your email address will not be published.