Fundada hace casi cinco siglos (en 1514), Trinidad es uno de los destinos de mayor belleza en Cuba, lo que no es poco decir, ya que la isla es conocida por la gran cantidad de atractivos turísticos, tanto en su orla marítima como en su interior. Esta ciudad, de calles adoquinadas, casas coloridas y aire colonial está ubicada en la región centro-sur del país, de cara al hermoso Mar Caribe, y encanta por la riqueza de su arquitectura y su sabor a historia.

Declarada hace más de 20 años Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Trinidad es considerada la Ciudad Museo de Cuba, debido a la impresionante conservación de su extraordinario conjunto arquitectónico, que remite a siglos pasados. Es además un excelente lugar para descansar y pasear, ya sea solo o acompañado, ya que dispone de la tranquilidad típica de las ciudades pequeñas.

La Plaza Mayor de Trinidad, asentada en el llamado Valle de los Ingenios, reúne algunos de los principales atractivos de esta ciudad. Construcciones de los siglos XVIII y XIX la rodean y permiten un vistazo a la arquitectura del periodo colonial. Allí se encuentra, por ejemplo, la Iglesia Parroquial de la Santísima Trinidad, de fachada en estilo neoclásico y un riquísimo interior.

También en el centro se ubican dos palacios de mucha historia y notable belleza. Uno es el Palacio del Conde Brunet, de amplios y lujosos salones decorados con mármol y cristal y hoy sede del Museo Romántico, que expone muebles, joyas y obras de arte de la antigua aristocracia local; y el otro es el Palacio Cantero, utilizado actualmente por el Museo de Historia Municipal, que además de sus ricas colecciones de arte cuenta con un bellísimo patio y una torre mirador.

Si se habla de disfrutar de una hermosa vista de Trinidad, posiblemente el lugar más indicado sea la Torre Iznaga, de más de cuatro siglos de existencia. Las fortalezas de San Pedro y Boca del Guaurabo también son sitios muy recomendables para visitar, de la misma manera que los museos de la ciudad, como el de Arquitectura, además de los mencionados anteriormente.

En resumen, la ida a Trinidad debe ser incluida en cualquier itinerario por Cuba. La ciudad, que se encuentra a 5 horas por carretera desde La Habana, se destaca por sus incontables tesoros históricos, artísticos y arquitectónicos, además de sus maravillas naturales, que incluyen parques, grutas y playas como la bellísima Ancón, y que seguramente se merecen otro texto para hablar de ellas. Sin embargo, el solo hecho de pasear por sus calles de piedra y contemplar sus construcciones y vestigios del periodo colonial ya valen la visita.

Fotos: calle típica del centro, por Inessa Akhmedova; Plaza Mayor y Playa Ancón, por neiljs (todas en Flickr)


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